La información pública en Chile está protegida por derechos de autor. Este hecho marca al menos dos hechos fundamentales: por un lado, hay una gran barrera para el acceso a los datos producido por el Estado; y por otro, es poco y nada lo que se puede hacer con esos datos debido al conocido “todos los derechos reservados”. Lo anterior pone en entredicho incluso el carácter público de estos datos.
Esta propiedad intelectual de la información producida por el Estado no solo es absurda a la luz de que los propios ciudadanos no pueden acceder a información de carácter público, sino que en el contexto digital, también entorpece las iniciativas de transparencia y control a las labores de los organismos públicos.
Un caso paradigmático de esto último lo da el testimonio de la fundación Ciudadano Inteligente, que con sus iniciativas para la transparencia de los organismos públicos chilenos ante la ciudadanía, están siempre en la disyuntiva sobre qué derecho debiese prevalecer más: la propiedad intelectual de los datos del Estado o el acceso a la información pública de los ciudadanos. Como ven en el video, la respuesta para ellos es clara y alentadora: #NoTemasaInternet.