Después que la semana pasada Chile fuera escenario de una nueva ronda de negociaciones del capítulo de propiedad intelectual del Trans-Pacific Partnership Agreement (TTP), algunas autoridades públicas han reaccionado a las demandas de la sociedad civil por mayor transparencia de los términos de la negociación que mantiene nuestro país en este TLC.
El contexto en que se vivió la ronda de la semana pasada fue muy particular en aspectos de transparencia, debido principalmente a la denegación por parte de DIRECON a la solicitud de acceso a la información de estas negociaciones. Esta última fue ingresada por ONG Derechos Digitales y Fundación Pro Acceso a principios de marzo. Si bien aquello no daba señales de apertura de las autoridades, esta semana el panorama ha mejorado.
Por un lado, el senador Lagos publicó una alentadora columna de opinión en el Diario Financiero, donde llama a darle legitimidad ciudadana a las negociaciones del TPP:
“Las transformaciones que están ocurriendo en la sociedad chilena en los últimos años, con una ciudadanía mucho más informada y empoderada, nos obligan a un esfuerzo mucho mayor de transparencia y de debate público sobre lo que está en juego en las negociaciones comerciales. En este contexto, el vasto alcance y repercusiones potenciales del TPP justifican un debate público mucho más intenso e informado que el que hemos tenido hasta ahora”.
Por otro, y haciendo eco de las denuncias que la sociedad civil de los países involucrados han llevado adelante, el diputado Gonzalo Arenas anunció este 18 de abril en su Twitter que solicitó una sesión especial para el próximo 8 mayo en la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, con el fin de conocer las negociaciones del TPP y sus efectos en Internet.
Tanto el llamado a darle legitimidad ciudadana a las negociaciones del TPP, como la preocupación por los derechos en juego en Internet con este TLC, son dos señales esperanzadoras de nuestras autoridades públicas. Ambas demuestran que las demandas ciudadanas pueden tener cabida dentro de un dominio que, hasta hace muy poco, solo era exclusivo de la tecnocracia. Con todo, la sociedad civil debe continuar atenta pues las negociaciones de este TLC siguen adelante.