En su sesión de hoy ante la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), el Gobierno de Chile respaldó la iniciativa de adoptar un tratado que garantice acceso a las obras protegidas por derechos de autor para las personas discapacitadas, la que fue presentada por una coalición de países latinoamericanos, incluidos Brasil, Ecuador, México, y Paraguay. Sin embargo, Chile se manifestó ser “flexible y pragmático”, y no descartar que, en vez de un tratado, sea adoptada una simple recomendación, tal como ha sugerido Estados Unidos.
La OMPI analiza cuatro propuestas distintas. La primera de ellas fue introducida por países latinoamericanos para elaborar un tratado, con normas obligatorias para los países partes del acuerdo. En reacción a tal iniciativa, se han presentado otras tres propuestas, por Estados Unidos, por una agrupación de países africanos, y por la Unión Europea.
La propuesta estadounidense es una recomendación, no obligatoria para los países, que se limita a permitir la exportación e importación de obras para personas discapacitadas. Dicha recomendación no se extiende a obras en formato digital, no alude a las restricciones tecnológicas, y exige la existencia de instituciones intermediarias. En tanto, la propuesta de países africanos es la más amplia, pues intenta hacerse cargo no sólo de los problemas de acceso de las personas discapacitadas, sino también incluir excepciones para fines educacionales y de desarrollo.
Finalmente, la propuesta de la Unión Europea es “delirante”, ya que no sólo no se hace cargo del acceso a los discapacitados, sino que requiere la adopción de más barreras que les impedirían ejercer su derecho a leer. En efecto, la propuesta europea en vez de establecer una excepción para personas discapacitadas, establece una licencia obligatoria, de modo que instituciones intermediarias autorizadas por los titulares de derechos de autor puedan permitir el acceso sin fines de lucro a los discapacitados, pero pagando. La propuesta europea dejaría en la ilegalidad prácticamente a la casi totalidad de los propios países europeos, que en su mayor parte garantizan ya el acceso a la lectura a personas discapacitadas, sin autorización ni pago de derechos. De Ripley… aunque Usted no lo crea.
Felicitamos al Gobierno de Chile por respaldar la iniciativa de un tratado, pero, al mismo tiempo, agradecereríamos un más profundo e inequívoco compromiso con la adopción de una norma obligatoria para todos los países partes del acuerdo y no una mera recomendación con limitados efectos.