A fines de este mes, un comité especializado de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual continuará su trabajo para establecer un nuevo mecanismo que garantice acceso a los libros y otros contenidos a las personas con discapacidades visuales.
Las personas con discapacidad visual alegan que existe un reducido número de libros disponibles para ellas en formatos apropiados, incluso en los países desarrollados. Esta “escasez de libros” es agudizada porque en muchos casos las leyes de derechos de autor entraban la circulación de estas obras de un país a otro. Así, una misma obra debe ser traducida a Braille en distintos países, aún cuando compartan el mismo idioma.
En Mayo de 2009, Brasil, Ecuador y Paraguay, y posteriormente México, presentaron a la OMPI una propuesta de tratado, preparado por la Unión Mundial de Ciegos, el cual facilitaría la circulación de obras en formatos accesibles para las personas con discapacidad visual. Sobre la base de tal propuesta, el gobierno de Ecuador presentó una propuesta de trabajo para la adopción del tratado. Esta propuesta contempla un período de negociación, una conferencia diplomática el 2011, y la adopción del tratado el 2012.
Varios países, incluyendo Argentina, República Dominicana, Guatemala, Honduras, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela han reafirmado su apoyo a la iniciativa y al plan de trabajo propuesto por Ecuador.
Por su parte, el gobierno de los Estados Unidos ha presentado una propuesta de “Instrumento de Consenso”, en oposición al tratado. Esta propuesta haría una recomendación a los países miembros de la OMPI para permitir que las obras en Braille, elaboradas en el marco de una excepción a los derechos de autor, puedan ser importadas y exportadas sin autorización del dueño de los derechos de propiedad intelectual. Para otros formatos, la importación y exportación estarían permitidas si se desarrollan a través de “terceros de confianza”.
La delegación de Estados Unidos indicó que la propuesta de un “Instrumento de Consenso” refleja su deseo de adoptar una “solución pragmática” para satisfacer las necesidades de las personas con discapacidad visual. Brasil, en cambio, calificó la propuesta estadounidense como insuficiente. La delegación de Brasil reiteró que, precisamente porque la propuesta de tratado fue redactada por la Unión Mundial de Ciegos, ella refleja los intereses de las personas afectadas. De acuerdo a Brasil, el “Instrumento de Consenso” queda corto en sus objetivos por no ser obligatorio para los países. Tras dar cuanta de los principales problemas de la propuesta estadounidense, Brasil concluyó expresando que “… Brasil, Ecuador, México y Paraguay no están de acuerdo en un “Instrumento de Consenso” que no satisface siquiera las más mínimas aspiraciones de las personas discapacitadas visuales, ni nuestra promesa de garantizarles el derecho a leer”.
Knowledge Ecology International (KEI) y otras organizaciones que apoyan la propuesta de tratado han destacado que la propuesta de recomendación elaborada porEestados Unidos no soluciona los problemas que las leyes de propiedad intelectual ponen a las personas con incapacidades visuales.
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Texto preparado por Thiru Balasubramaniam, Geneva Representative KEI, traducido por Alberto Cerda.