Cerca de cincuenta exposiciones tuvo el foro de interesados (stakeholders’ forum) de la ronda número 17 de negociaciones del TPP, que está ocurriendo en estos días en Lima, Perú, y donde Derechos Digitales está presente con diversas actividades públicas.
Pero, ¿qué es un foro de interesados? Es la oportunidad en que numerosas ONGs, académicos, representantes gremiales y miembros de industrias diversas, exponen sus puntos de vista sobre el TPP y donde los jefes negociadores de los distintos países involucrados “responden”1 dudas. Una oportunidad precaria, por cierto, considerando que las negociaciones de este tratado son secretas y lo que hoy conocemos de ella se basa en filtraciones de los textos discutidos.
Como en los otros foros de otras rondas de negociaciones, estuvimos allí y aprovechamos de expresar nuestra preocupación por la crecientemente restrictiva agenda de propiedad intelectual que afectaría al entorno digital y nuestros derechos humanos. En la misma oportunidad también estuvieron exponiendo, por ejemplo, Krista Cox de Knowledge Ecology Inernational y Miguel Morachimo de Hiperderecho, sobre las deficiencias de las leyes de propiedad intelectual de Estados Unidos y Perú, respectivamente.
Durante la tarde, los jefes negociadores enfrentaron las preguntas de los interesados. Si bien no dieron muchas luces respecto del proceso actual, sí expresaron la intención de los países negociantes de terminar el proceso de negociación del tratado durante el año 2013. Esto, a pesar de los problemas de legislación interna (especialmente en EE. UU.) y la necesidad de recoger los planteamientos de Japón, que se integrará a las negociaciones en un corto plazo.
Sobre el secretismo y la impopularidad del tratado, como siempre declinaron ser específicos, declarando que se busca un tratado que beneficie a todas las partes. Así es como, nuevamente, muchas de las preocupaciones más repetidas por parte de la sociedad civil continúan sin respuesta clara por parte de los negociadores. Esto incluye aspectos tales como los derechos de propiedad industrial que condicionan el acceso a medicamentos (en que EE. UU. no ha dado muestras de una alternativa a su resistida propuesta anterior); como también los mecanismos de retiro de contenidos desde Internet que intentan replicar el modelo estadounidense.
Pero mientras los países miembros perseveran con una negociación de espaldas a la ciudadanía, el interés de esta última por lo que se juega en el tratado crece. En Lima pudimos presenciar aquello en las distintas instancias públicas donde participamos, como el lanzamiento de la inciativa ciuadadana “No Negociable”.
Allí quizás reside la mejor noticia de esta ronda: una ciudadanía que se organiza porque no quiere negociar sus derechos. Una opinión pública que de cara a este octubre del 2013, fecha más probable de firma del tratado, dice fuerte NoTPP.