Cumbre del Futuro: ¿Qué esperar de un Pacto Digital Global desde América Latina?

El proceso de creación de un Pacto Digital Global (GDC) está por culminar en la Cumbre del Futuro, que ocurre en Nueva York entre los días 22 y 23 del corriente. Muchas organizaciones de América Latina, incluidas las miembros del Consorcio Al Sur, hemos acompañado y contribuido con el proceso a lo largo de dos años de discusiones y estaremos presentes en la ocasión. El documento, propuesto por el Secretario General de las Naciones Unidas en 2021 como parte de una Agenda Común, busca plasmar acuerdos globales alrededor de un futuro digital “abierto, libre y seguro para todas las personas”.

Desde su presentación, se ha desarrollado un intenso proceso de discusiones, inicialmente a partir de temas como conectar a todas las personas a internet, evitar la fragmentación, proteger los datos, aplicar los derechos humanos en línea, introducir criterios de responsabilidad para la discriminación y los contenidos engañosos, promover la regulación de la inteligencia artificial y el bien común digital como bien público global. Tras negociaciones entre los Estados, que incluyeron diferentes ciclos de consultas con distintas partes interesadas –en algunos momentos marcados por limitaciones a la participación de algunos sectores como la sociedad civil–, los gobiernos deben ahora acordar un texto final.

Las organizaciones miembro de Al Sur hemos participado activamente de este proceso a lo largo de los últimos dos años. Entendemos que el Pacto Digital Global es una oportunidad clave para construir un plan de acción global que dé cuenta de las múltiples desigualdades que afectan nuestras sociedades e impiden a grupos enteros de nuestra población beneficiarse de los avances tecnológicos. Para eso es crucial reconocer el impacto diferenciado de las tecnologías sobre mujeres, personas LGBTQIA+, negras, indígenas, entre otras, y crear mecanismos efectivos para garantizar – también a ellas – un espacio digital abierto, libre y seguro.

En nuestras contribuciones venimos enfatizando algunos puntos que consideramos clave teniendo en cuenta la realidad latinoamericana: la necesidad de respetar y aplicar los derechos humanos en el contexto digital; la urgencia de avanzar hacia compromisos concretos con la conectividad significativa; la importancia de la protección de datos y la relevancia de marcos regulatorios basados en derechos para abordar el avance de la inteligencia artificial. Nuestra visión es que el marco de derechos humanos y una perspectiva transversal de género son fundamentales para la construcción de un acuerdo que apunte a un futuro digital equitativo y justo para todas las personas.

Mientras nos acercamos hacia la Cumbre del Futuro, observamos importantes avances en las versiones más recientes del texto, por ejemplo en relación a las referencias al derecho internacional de los derechos humanos, a la equidad de género y la equidad, de modo más general, como principios transversales, al reconocimiento de los procesos derivados de las Cumbres sobre la Sociedad de la Información y el apoyo al Foro de Gobernanza de Internet, entre otros que veníamos resaltando desde las contribuciones de sociedad civil

A la vez, consideramos que aún hay espacio de mejoras en aspectos como la necesidad de prohibir la vigilancia masiva y asegurar que la vigilancia selectiva se ajuste a criterios de derecho internacional (con referencia específica a los criterios de necesidad, proporcionalidad y legalidad), el reconocimiento de los criterios aplicables a restricciones al acceso a internet y a la libertad de expresión en línea con los estándares internacionales existentes, el reconocimiento de principios de privacidad y protección de datos de manera explícita. A su vez, es fundamental  aplicar abordajes balanceados que incluyan tanto el respeto por las  garantías básicas en esa materia como la promoción del uso de datos para distintos fines. Igualmente, se requiere un mayor balance entre los compromisos con la atención a derechos humanos y la promoción de la inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes. Lamentamos, además, la ausencia de un compromiso claro con limitar la circulación de tecnologías que no cumplan con estándares de derechos humanos existentes, como reconocido en la más reciente resolución de la Asamblea General de la ONU sobre inteligencia artificial, entre otras.

En términos de perspectiva de género, para que ésta sea efectiva, no sólo debe aplicarse como objetivo independiente, sino que debe integrarse en todos los aspectos del desarrollo de políticas y programas. Aunque se mantiene el principio autónomo, el documento podría ser más detallado en su enfoque incluyendo un lenguaje específico de género en cada una de las secciones sobre objetivos, compromisos y acciones previstos en el Pacto. Observamos con preocupación que se han eliminado algunas referencias esenciales a la igualdad de género en las últimas versiones del texto. Por ejemplo, se ha eliminado la única referencia a la igualdad de género en el objetivo sobre inteligencia artificial, así como la referencia a la prevención de la violencia de género facilitada por las tecnologías (TFGBV). De acuerdo con los principios feministas presentados por varias organizaciones de la sociedad civil –incluyendo miembros de Al Sur, como Derechos Digitales–  al inicio del proceso, la perspectiva de género es esencial para evitar profundizar las desigualdades preexistentes.

Asegurar una perspectiva de derechos humanos y de género en este documento es fundamental, ya que se convertirá en un pilar clave para definir el compromiso internacional en torno al avance de los derechos digitales.

Es importante mencionar que a lo largo de las negociaciones, el texto ha pasado por múltiples cambios. Durante este proceso, los Estados han roto el silencio en varias ocasiones sobre distintos párrafos sobre los cuales se apuntaba llegar a un consenso, lo cual ha generado nuevas rondas de discusiones y modificaciones al documento. A pocos días del inicio de la Cumbre del Futuro persiste la incertidumbre sobre el texto final y su adopción. Desde la presentación de una primera versión del texto en mayo de 2024, ya van al menos tres revisiones publicadas en la página oficial, mientras otras circulan de manera informal. El consenso parece difícil.

Para que sea efectivo, el Pacto Digital Global debe articular un conjunto de compromisos y mecanismos previamente establecidos, como los acuerdos derivados de las Cumbres sobre la Sociedad de la Información, incluido el Foro de Gobernanza de Internet (IGF) y sus procesos regionales y nacionales. Además, debe construir confianza de los distintos sectores en su implementación. Garantizar mecanismos concretos de participación efectiva, en particular de la sociedad civil, y fortalecer la transparencia y rendición de cuentas en cada etapa que se seguirá a su adopción deberían ser elementos innegociables de cualquier acuerdo posible en la próxima semana.

Desafortunadamente, hemos identificado muchas fallas en ese sentido a lo largo del proceso de construcción del texto. La participación de la sociedad civil en discusiones como esta no debería ser entendida como acto de buena voluntad, sino que ser parte estructurante de cualquier esfuerzo global de la ambición del Pacto Digital Global – lo que requiere no sólo compromisos, sino mecanismos específicos y bien definidos.

En los próximos días, tenemos una intensa agenda de actividades y reuniones en el marco de la Cumbre del Futuro y, con miras a la implementación de los acuerdos que serán pactados en la ocasión, buscaremos garantizar que el Pacto Digital Global cumpla con sus promesas y represente un aporte significativo a América Latina.


Línea de tiempo y principales insumos desde América Latina

Mientras nos preparamos para las discusiones que ocurrirán en los próximos días, abajo sintetizamos algunos momentos clave del proceso de construcción de un Pacto Digital Global y los insumos ofrecidos por Al Sur y sus miembros desde América Latina.

2022 – 2023 | Primer período de consultas

Este periodo inicial de consultas incluyó distintas modalidades informales de escucha lideradas por los co-facilitadores del proceso en conjunto con la Oficina del Enviado de Tecnologías del Secretario General de la ONU. El Consorcio Al Sur y sus miembros participaron activamente en el proceso, por ejemplo, con el envío de un insumo a la consulta escrita. Además, algunas organizaciones miembro del consorcio, como Coding Rights, Derechos Digitales y TEDIC, participaron en la consulta regional de las Américas realizada en Ciudad de México en febrero de 2023 y que generó un insumo a la consulta escrita. Finalmente, organizaciones como Derechos Digitales y R3D, participaron en las consultas temáticas realizadas como parte del proceso. Al proceso de consultas escritas se han enviado insumos desde LACIGF, que en la edición de 2022 estuvo enfocado en desarrollar mensajes clave desde América Latina hacia el Pacto Digital Global.

2024 | Nuevo periodo de consultas y primeros borradores

Un nuevo ciclo de consultas fue abierto a partir de febrero de 2024, nuevamente contando con la participación activa de Al Sur y sus miembros. En un primer momento se presentaron comentarios al borrador de estructura del Pacto y luego contribuciones sustantivas sobre su contenido, con la participación de Al Sur en la sesión del 1° de marzo, resaltando los elementos clave de su contribución escrita.