Cuándo nos conectamos a algún servicio en internet, nuestra comunicación atraviesa varias computadoras conocidas como ruteadores. El primer dispositivo al que nos conectaremos es el ruteador de internet de nuestra casa – si lo hacemos a través de internet fijo – o la antena de telefonía celular, si lo hacemos con internet móvil. Luego, la comunicación sigue a través de otros dispositivos en la red del proveedor de internet y de otros proveedores de comunicación hasta llegar al destino. En cualquiera de estos sitios se podría filtrar el contenido de nuestras comunicaciones.
Cuando un Estado quiere bloquear contenidos o aplicaciones, una posibilidad para concretarlo es obligar a los proveedores de acceso a internet – también conocidos como ISPs por sus siglas en inglés – a hacerlo en su favor. Dado que el ISP es responsable por conectar una computadora de origen a un sitio web ubicado en una computadora de destino, basta que este intermediario no efectúe la comunicación para que el sitio quede inaccesible.
Otra forma de bloqueo se da a partir de modificaciones en los registros de nombres de dominio (DNS), el que asocia dispositivos físicos a nombres y números que lo permiten ubicar en la red. Estas no son las únicas formas de operar la censura en Internet, sobre el funcionamiento técnico y las estas estrategias de bloqueo hablamos en otra columna.
El diseño de Internet implica que los proveedores de Internet sepan quién solicita el acceso a un sitio y la dirección IP de destino. Con esta información es posible operar la conexión, pero también la censura. Cuando estos registros se almacenan por periodos largos de tiempo, sea por requisitos técnicos o legales, puede facilitar prácticas de vigilancia, una vez que esos datos permiten identificar patrones de acceso por parte de usuarias específicas. Por eso, el uso de herramientas para evadir la censura en muchos casos también sirve para proteger la privacidad de las comunicaciones.
Evadir la censura
Una primera medida de protección contra la censura son las redes virtuales privadas, o VPNs. Esta tecnología permite generar un canal cifrado desde nuestros dispositivos hasta uno de los servidores de VPNs que, por su vez, nos irá dirigir al destino deseado. El ISP solo podrá ver que existen conexiones cifradas a ciertas direcciones IPs de las VPNs, pero no sabrá hacia donde esta nos está direccionando o el tipo de actividad que se está realizando. De este modo, salvo que los ISPs empiecen a bloquear las VPNs o que las mismas VPNs bloqueen determinados contenidos, no será posible impedir el acceso.
El colectivo Riseup provee desde hace mucho tiempo la VPN RiseupVPN que se puede utilizar de manera gratuita y sin entregar datos de registro. En la coyuntura actual de Venezuela proveedores de VPN como ProtonVPN y TunnelBear están ofreciendo acceso gratuito a sus servicios si la conexión proviene de Venezuela.
Si mucha gente empieza a utilizar estos servicios, entonces el Estado podría intentar bloquear las VPNs. Se podría intentar con otras que no están mencionadas acá y seguir jugando el juego del gato y el ratón. Otra opción es aprovechar el hecho de que la tecnología de VPNs se basa en estándares abiertos, lo que permite a otros proveedores implementar VPNs propias de forma autónoma con software libre. Lo que se necesita para esto es un servidor virtual (VPS) que se puede contratar por un costo bajo y alguien con conocimientos de Linux.
Outline es una solución sencilla que nos permite implementar nuestros propios servidores de VPN de manera fácil y segura. Al usar una solución como esta se tendría un servicio que sería menos visible que el servicio de VPNs conocidas pero se requieren ciertos conocimientos técnicos. Una vez implementado el servidor es fácil conectarse desde computadoras o celulares.
Otra opción para evadir la censura es la red de anonimato Tor. Para acceder a este red no es necesario pagar ni entregar datos personales. Al igual que las VPNs, Tor se puede instalar en teléfonos celulares y computadoras. La forma más común de acceder a la red es a través del navegador Tor, disponible para computadoras y celulares Android, en el caso de Iphone se puede usar el navegador Onion Browser.
Mediante este navegador se puede evadir la censura de sitios web, pero no es tan evidente su uso para evadir el bloqueo de aplicaciones como Signal o WhatsApp. En el caso de celulares, existe la aplicación Orbot que funciona de forma similar a una VPN, pero con la red Tor. En este caso se podría conectar Orbot a la red Tor y decirle que ciertas aplicaciones funcionen a través de esta aplicación. De esta manera se podría utilizar Signal, WhatsApp, X o cualquier otra aplicación.
Estas son algunas soluciones para evadir la censura en Internet, pero no son las únicas. Como documentado en años anteriores, incluso en el caso de Venezuela, es posible a los operadores bloquear incluso el acceso a la red de Tor. Así, es recomendable probar más de una opción por si el Estado llegara a bloquear una de estas, se puede usar otra.
Documentar la censura del Internet
La censura en Internet normalmente está asociada con acontecimientos que suceden en la sociedad. En el caso de Venezuela tiene que ver con las elecciones, pero se han registrado bloqueos de comunicaciones en otros países de la región durante eventos de conmoción social.
El proyecto OONI es una herramienta de software libre que se puede instalar en nuestros teléfonos o computadoras para que realice pruebas recurrentes a sitios web y aplicaciones y así identificar si estas están bloqueadas. Los datos recolectados pueden ser subidos a OONI para ser accesibles por investigadores a través de su explorador.
El uso de OONI es simple y hace unos años publicamos una guía sobre como hacerlo. Es importante tener cuidado y estar atentos a los riesgos que podemos tener al monitorear bloqueos de Internet, debido a que algunos países restringen este tipo de actividad.
En el caso de Latinoamérica hay organizaciones que utilizan OONI y herramientas similares para detectar bloqueos. Nos gustaría destacar el trabajo de organizaciones como Conexión Segura y Libre (antes Venezuela Inteligente) con su proyecto VEsinFiltro donde documentan bloqueos a Internet en este país. En Colombia se encuentra la Fundación Karisma con el Observatorio de Bloqueos de Internet en dónde han publicado una guía para investigar de bloqueos de Internet.
Internet es una herramienta esencial para poder informarnos, pero también para ejercer un conjunto de derechos fundamentales, como a la educación, la salud, entre muchos otros. La censura de sitios y aplicaciones afecta directamente el ejercicio de estos derechos, además de limitar la libre expresión y asociación en momentos de crisis política, como observamos ahora en Venezuela. Poder documentar estos casos es de suma importancia para denunciar abusos, desarrollar mejores estrategias para evadirlos y también para exigir comunicaciones libres.
La red es vulnerable a ser censurada, y necesitamos seguir presionando agentes públicos y privados a que atenten a sus obligaciones internacionales de mantener la integridad de Internet. Por otro lado, su naturaleza abierta permite que tengamos herramientas para poder evadirla. Es recomendable aprender a usar estas herramientas incluso si en nuestro país no existen bloqueos aparentes, ya que para cuando existan estaremos listas para seguir comunicándonos y accediendo a información relevante.