SOPA es la sigla para denominar la Stop Online Piracy Act, propuesta de legislación federal que está en discusión en estos días en el Senado norteamericano. SOPA, bajo la excusa de regular la ‘piratería’ en internet pretende, entre otras, establecer un mecanismo rápido con escaso control judicial para bajar ciertos sitios web, aplicar filtrado de DNS para sitios eventualmente infractores, obliga a tomar medidas activas a proveedores de contenido y acceso y pretende bloquear actividades bancarias y de pago en internet de supuestos infractores al derecho de autor.
Ha habido una fuerte reacción a nivel local en Estados Unidos por parte no solo de organizaciones de la sociedad civil como Electronic Frontier Foundation, Public Knowledge, Creative Commons o la Free Software Foundation, sino también de empresas de tecnología como Google, Facebook, Yahoo, eBay y Twitter (ver PDF). Sin ir más lejos, también profesores de derecho -como Yochai Benkler, Michael Carroll, Julie Cohen, Sean Flynn y Pamuela Samuelson, ente muchos otros- se han manifestado al respecto (ver PDF), toda vez que este tipo de iniciativas, que cuentan con el apoyo y promoción de los lobbys de la industria del espectáculo, promueven una forma de entender internet donde la libertad de expresión, la privacidad y otros derechos fundamentales debieran ceder ante intereses comerciales particulares de ciertas industrias que entienden la ley como un instrumento de control.
Pero estas no son solo preocupaciones que debiera desvelar a la sociedad norteamericana. Dada la regulación internacional en materia de derechos de autor, la estrategia normativa que adopte Estados Unidos va a condicionar la estrategia que adopten países en vías de desarrollo con quienes existen vínculos comerciales. Sin ir más lejos, el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos obligó a Chile a adoptar importantes medidas en materia de derechos de autor y patentes yendo mucho más allá de los estándares internacionalmente aceptados en la materia. Esfuerzos internacionales llevados adelante por Estados Unidos como ACTA o últimamente TPP no son sino ejemplos de exportar una estrategia normativa que favorece a algunos pocos y afecta gravemente derechos fundamentales del público bajo la excusa de combatir la piratería.
Es por eso que ONG Derechos Digitales junto con otras organizaciones internacionales como APC, Centre for Internet and Society (India), Consumers Internacional, CTS/FGV (Brasil), La Quadrature du Net (Francia), Fundación Karisma (Colombia) Open Rights Group (UK), entre otros, hemos decidido hacer llegar al Congreso norteamericano nuestras aprensiones respecto de SOPA y por qué desde la sociedad civil internacional creemos que esta propuesta debe ser enérgicamente rechazada. (Ver texto en PDF, inglés)
*Imagen CC BY GusEds -NC-ND