De Slack a Matrix

Oficina virtual, segura y autónoma

Cuando usamos un sistema de mensajería, la información viaja a través del aire, cables y dispositivos de comunicación. Las organizaciones o personas que controlan los medios de comunicación tienen la capacidad de acceder a las comunicaciones. En esta columna, les contamos como en Derechos Digitales decidimos implementar herramientas que nos permiten tener autonomía y seguridad en nuestras comunicaciones.

El equipo de trabajo de Derechos Digitales está conformado por personas alrededor de América Latina. Nuestro trabajo es principalmente remoto por lo que nuestro sistema de chat es una oficina virtual.

Durante muchos años nuestra oficina fue Slack, un sistema avanzado de mensajería instantánea que funciona en la “nube”. Slack era una plataforma que hacía lo que tenía que hacer, nos permitía estar en contacto permanente y llevar a cabo nuestro trabajo. Parecía ser una herramienta perfecta, pero la dejamos de usar. ¿Por qué?

Desde el punto de vista funcional, Slack generalmente cumplía con nuestras necesidades. Sin embargo decidimos hacer un análisis técnico,  preguntándonos dónde se guardan nuestras comunicaciones y si están seguras.

Como Slack es un sistema en la nube, nuestra información se guarda en los servidores de la empresa que provee el servicio,  Slack Technologies. Es decir, Slack Technologies tiene acceso a nuestras comunicaciones y es técnicamente posible que pueda leerlas y analizarlas; salvo que las mismas estuvieran cifradas de extremo a extremo.

Lo primero que buscamos resolver fue que nuestros datos no fueran gestionados por otra organización. Para tener control de los mismos debíamos controlar nuestro propio sistema de chat.

Para eso íbamos a necesitar 3 cosas: software que implemente el sistema, un proveedor de hosting o servidor propio para instalarlo y un equipo técnico capaz de administrarlo.

En Derechos Digitales administramos varios servicios mediante software libre. Usamos Nextcloud con OnlyOffice para trabajo colaborativo, Limesurvey para realizar encuestas, WordPress para portales web, y algunos otros sistema. Disponemos de recursos de alojamiento y nuestro equipo técnico es capaz de investigar soluciones libres, realizar pruebas e implementarlas.

Basándonos en nuestra experiencia y según las recomendaciones de expertas técnicas identificamos tres aplicaciones libres con las que podríamos remplazar a Slack y ser administradas por nostras: Rocket Chat, Mattermost y Matrix.

Lo segundo que quisimos identificar fueron aplicaciones que soportaran cifrado extremo a extremo.

Las personas que usan Whatsapp o Signal habrán escuchado este término antes. Quiere decir, que si un mensaje sale de mi teléfono o computador, está cifrado para que nadie más que los destinatarios o lo puedan leer.

Ahora que la información no estaría gestionada por un tercero, pero sí por nuestro equipo técnico, es importante y deseable para nosotres que el equipo técnico no pueda leer los mensajes de las demás personas. El soporte de este tipo de cifrado es limitado para Mattermost y Rocket Chat, mientras que en el caso de Matrix funciona por defecto.

A diferencia de las otras dos, Matrix no es una aplicación, sino un protocolo de comunicaciones federado.  Hace unos meses explicamos lo que esto significa, pero para hacerlo simple haremos una analogía entre el correo electrónico y los sistemas de chat modernos. En el correo electrónico podemos enviar y recibir correos desde cualquier proveedor. Se puede enviar un correo desde gmail.com a hotmail.com o a derechosdigitales.org. Sin embargo, si hablamos de mensajería instantánea no es posible enviar mensajes entre Signal, WhatsApp y Telegram, por ejemplo.

En este sentido Matrix se parece más al correo electrónico que a WhatsApp. En Derechos Digitales tenemos nuestra propia instancia de Matrix donde nos podemos comunicar internamente, pero además podemos comunicarnos con gente de otras organizaciones que posean sus propias instancias de Matrix o bien que posean una cuenta en matrix.org u otra instancia pública. En un principio pensamos que seríamos los únicos usando Matrix, pero descubrimos con gusto que algunas organizaciones amigas ya lo usaban y que podríamos comunicarnos directamente a través de esta herramienta. Incluso en TEDIC ya lo están utilizando y han creado un canal de chat en español, donde se comparten dudas, recomendaciones, y experiencias. Se puede acceder en: #comunidadtedic:matrix.org.

Luego de decidir migrar nuestra mensajería a Matrix, comenzamos con el proceso de cambios. Dentro del Derechos Digitales contamos con un grupo de gente  con la idea de implementar una alternativa libre a Slack.

A finales del 2021 implementamos una instancia de pruebas y formamos un equipo de beta-testers para analizar si la aplicación sería viable en el día a día.

Sabemos que los cambios pueden ser resistidos, y pueden generar miedo, por lo que trabajamos en presentar una aplicación que solucione nuestros problemas y que no traiga nuevos.

Una vez superada la etapa de pruebas, implementamos lo que sería el servidor definitivo y fuimos sumando más gente a utilizarlo,  de manera paralela a Slack. Cuando el equipo completo estuvo trabajando sobre Matrix, se decidió dejar de usar Slack y conservarlo solo como un registro histórico.

Las comunicaciones son un recurso estratégico para las organizaciones, tener autonomía y control sobre las mismas nos brinda más seguridad y por ende poder. Derechos Digitales es una organización con los recursos humanos y tecnológicos para implementar una solución propia. Si embargo, sabemos que no es el caso de todas las organizaciones.

En el caso de no contar con los recursos necesarios para tener su propia infraestructura, siempre es posiblecontratar un proveedor que implemente soluciones como Matrix, en este caso no se tendría total control sobre sus comunicaciones pero estaría seguras ya que  estarían cifradas de extremo a extremo.

Nuestra oficina virtual funciona hace varios meses a través de Matrix. Sabemos que no es la única solución, y que existen otros proyectos de software libre que podrían funcionar en otros contextos. Conocerlos, probarlos y adaptarlos a nuestras realidades es el comienzo del camino para lograr comunicaciones más autónomas y seguras.